Es un fenómeno. Ni las más espeluznantes historias de monstruos contadas en el campo a la luz de una vela causan en nosotros tanto pavor como ese fantasma llamado marzo, que suele asomar sus manos negras y aliento congelado los primeros días de febrero, fecha en que paradójicamente la mayoría de nosotros recién está tendiendo su toalla en la playa y nuestra única preocupación debería ser si las empanadas del almuerzo serán de camarón o de jaiba.
El fantasma implacable aparece detrás de los estantes de los supermercados llenos de productos escolares apenas pasada la Navidad, se menciona en todas las publicidades escritas, radiales y audiovisuales, nos señalan la patente que debemos pagar, nos avisa del mail amable de la secretaria del colegio que recuerda la matrícula pendiente y las noticias nos machacan el famoso súper lunes, con el súper taco, el súper estrés, la súper levantada temprano…..uffffff. Agotador, no?
Pero la verdad, queridos amigos, es que marzo no escapa de ser como la mayoría de los fantasmas: nosotros decidimos si tenerle miedo o no.
A mi hijo le pidieron una lista de 200 materiales en el colegio que agota de sólo mirarla? En nosotros está elegir: o nos agobiamos todos los años, o elegimos otro colegio. Cambiarlo??? Después de todo lo que batallé para que lo admitieran? Bueno…si batallamos para eso, debemos pensar porqué lo inscribimos en ese colegio. Fueron sus valores, su calidad académica, el fomento al deporte? Entonces podríamos considerarnos afortunados de ser apoderados, y salir sin drama a recorrer librerías.
Que la patente del auto está costando un dineral? Si la patente cuesta cara es porque el auto también lo es. Necesitamos un auto caro? Si la respuesta es no, consideremos venderlo. Si la respuesta es que amamos nuestro carísimo auto y la sensación de llegar a 100 km/h en 10 segundos es impagable, entonces será más saludable pagar la patente llenos de agradecimiento y risa.
Hagámonos cargo: de marzo, de los lunes, de nuestras vidas. Que no se pase “el año volando” por estar atrapados en una espiral de queja, migrañas, tranquilizantes y pocas decisiones reales.
El caza fantasmas de éste película eres tú.
Feliz marzo!!!
Escrito por Francisca Marín Schott
Coach Ontológico & Organizacional
CMG Consultores